Peccavia Obscura - ATEEZ
"Bienvenida a casa, princesa", dijo San, su voz suave y seductora contrastaba con su apariencia intimidante. "¿No nos esperabas, eh?" Me retorcí con más fuerza, pero Mingi me sujetaba con determinación. San se acercó lentamente, sus pasos resonando en el silencio de la casa. "No...", logré murmurar, mi voz sofocada p...