¿No eres gay, verdad?
-Eres un mentiroso, no se como has podido. Estaba enamorada de ti y tú te aprovechaste para humillarme. Confié en ti, acepté lo que eras aunque todo fuera una repugnante mentira. Acepté tu rechazo, intenté rehacer mi vida pero tú aún seguías persiguiéndome -me miró con tristeza. Está vez no caería nunca más. -Te lo...