En la manada más pequeña del mundo, Lyyov, hay problemas, serios problemas. Como el hecho de que el Alpha y su Omega acaban de unirse a los dioses de la naturaleza para la eternidad. Su única hija y heredera, Annelien es la persona designada a cuidar ahora como sus padres de su propia manada. Una Alpha tan hermosa y preciosa como su devoto corazón hacía su manada, su delicado y perfecto comportamiento eran prueba de ello. En el caso de los problemas, muchos se solucionan fácilmente y otros tienen medidas drásticas, como las que involucran al Alpha de la manada vecina. Quién al ser el único Alpha sangre pura que queda, era el único que podía traerle solución a sus problemas también. Un Alpha directo y muy honesto, al punto en el que otros fácilmente lo tilden de arrogante, haciendo que muchos le teman por su forma tan brusca de manejar a su manada, o el hecho de que parece pensar sólo en su beneficio y en el de los suyos importandole poco que tenga que pasar sobre otros para lograr sus objetivos. Jerome "sin querer" avergüenza a la Alpha de la pequeña manada Lyyov, y sin disculparse por su ofensa decide seguir con su vida como si no hubiera ocurrido. Annelien en cambio sin querer también lo ofende, pero de una manera mil veces peor... Cosas que sin querer llevaron a la otra trayendo como consecuencias resultados no deseados, añadiéndole a ello una enorme barriga de cachorros sangre pura, los últimos en su especie. • Derechos completamente Reservados a Kennya Chávez. NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES.

El mundo se resume en dominantes y quienes son dominados, siempre fue así. Jessa Millet siempre creyó que podría controlar los hilos a su antojo en todo momento, y así fue, hasta que olvidó mirar la hora y salió tarde del estudio de baile. Esa noche fue la primera vez que vio a Luca Ross en acción, también fue la primera vez que temió por su vida, y la primera vez que se sintió patética, inferior y débil frente a otra persona. Lugares clandestinos, bandos, drogas, sexo y alcohol, es un mundo completamente nuevo para la refinada Jessa, bailarina de ballet desde los cuatro años ¿Será lo suficientemente astuta para mantenerse lejos de las garras del diablo? Trilogía Los Diablos #1

-Porfavor n...no me hagan daño-dije con mi último aliento. Me dolía todo, sentía la sangre caliente salir lentamente de mis heridas para caer a la húmeda tierra pegada a mi mejilla izquierda. Observé casi inconsciente las sombras que se alzaban a mi alrededor, cinco pares de ojos brillantes me observaban con cautela. -Es un lobo negro-gruñó uno de ellos. Un alto gruñido sobresalió de la multitud, un hermoso lobo marrón se abrió paso entre los demás volviendo a su forma humana, los otros bajaron la cabeza sumisos ante su presencia. Caminó hacia mi y sonrió acariciando mi mejilla con sus intensos ojos rojos brillantes puestos en los míos. -Este lobo negro es mio. Y todo se desvaneció.

Nunca ha creído en el amor, hasta que conoce a ellos: cuatro hombres que la harán sentir cosas que nunca había experimentado. ¿Quiénes son? ¿Qué secreto esconden? ¿Podrá Alison superar su pasado y darse una oportunidad para ser feliz?

Emma tendrá que enfrentarse a un desafío aún mayor: viajar a otro mundo donde hay hombres lobos. Allí, conocerá a tres lobos que la reclamarán como suya y harán lo que sea por protegerla. ¿Podrá Emma resistirse a su encanto?

¿Qué pasa si despiertas en la casa de un alfa irresistible y dominante y dice que eres suya, aunque tú no sabes quién es él ni cómo llegaste allí?

¿Cómo reaccionarías si al acampar con unas amigas te perdieras en una cueva que te llevara a otro mundo con dos hombres lobos que te consideraran su propiedad?

Advertencia: - Historia Corta. - Hombres Lobo. - Leves errores de Ortografía. - Mención u Descripción de relaciones sexuales y minima violencia. Derechos de autor completamente reservados a Kennya Chávez. *** NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES. *** Sinopsis. No era una simple Beta, o una asombrosa Alfa. Era una Omega, y eso no estaba bien. Mierda, mierda y más mierda. Soy de lo más bajo de la pirámide. Esperaba que fuera una de dos o una simple e independiente Beta o una Glamurosa Alpha, pero ser una Omega, no estaba para nada en mis planes. Mucho menos tenerlo a él como mi pareja, nunca lo vi como el que podría estar conmigo. Siempre estuvo allí, pero no creí que estaría siempre. (...) - Creó que te escuche decir más de tres veces que por favor volviera. - - No era necesario. - Cerré mis ojos con fuerza al sentir el fuerte aroma a Citrico y menta en el aire, mi Mate. Mi adorado y solo mío Mate. Voltee a ver a todos lados asustada, no había nadie más que él. - Dime que me equivoco. - Pedí, esté negó sonriendo. Como si lo hubiera sabido siempre. Como si fuera lo más normal del mundo, tener a una pareja como yo. Como si esperara que yo lo fuera. - ¿Es por el celo, verdad? Mi Loba se ha jodido la razón esperando por tu nudo. Es eso. - Carcajeó mostrando esa perfecta sonrisa. - ¿Quieres saber porque llamabas por mi? - Negué asustada, no quería saberlo, porque si. Ya estaba completa y arrolladoramente perdida por él desde que nací. (...) - ¿Ni fue suficiente, cierto? - ¿Necesitas algo más aquí, cierto? - - Lo quiero. - Asentí, sin dejar de ver sus hipnóticos ojos. - Dejaré mi semilla en tus entrañas, y llevarás mis crías en tu vientre. ¿Eso te gustaría mi Dulce Omega? - Asentí con rápidez. - Si Alpha. - Pedí avergonzada, estaba rogando, pero lo necesitaba. - Eso mismo voy a hacer.- Sonrié tanto como yo.

Holland era muy diferente al resto de su manada. Todas las personas en su manada la conocían, ella ignoraba que era la misma razón por la que nadie que quería salir con ella, aunque su especie fuera muy tentadora, al ser una preciosa Omega, todos sabían que era una coneja. Y a ningún lobo le agradaban las conejas. ¿Cierto? Ella lo supó cuando al final de la secundaria había tomado todo su valor para confesarse a su ex mejor amigo. "Eres una coneja" Había dicho con asco. "¿Eso es un problema?" Fue entonces cuando entendió lo que él había querido decir. "Los conejos no son fieles. Ustedes no son como nosotros." Había regresado a su casa llorando, preguntándoles a sus padres adoptivos por ello, su corazón se rompió cuando le dijeron que la frase "Follar como conejos" No era sólo un dicho, lo era peor para ella que era una Omega. Era una débil y simple Omega coneja. Era tan dulce que se asqueaba a sí misma, y no encontraba quién soportará su dulzura. Al menos no alguien que tuviera un poco de esa dulzura en su vida... Porque ¿Todos tenían algo dulce en su vida, Cierto? No, no todos. Había alguien que no, quién no tenía una pizca de dulce en su vida. Y ese alguien estaba dispuesto a tomar la dulzura de ese peluche de algodón para hacerla suya. Derechos completamente Reservados a Kennya Chávez. NO COPIAS NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES.