(...)Scott en ese momento se convirtió en mi mayor apoyo, en mi mayor todo, agradecía al mundo tenerlo nuevamente de vuelta. -¿Por que te sigues preocupando por mi? Yo debería odiarte profundamente maldito rubio. -Es simple, en el fondo de tu corazón jamás dejaste de amarme.- El rubio Sonrió y salió de mi habitación...
Esta es una de esas extrañas veces en donde dos mundos completamente distintos se encuentran. En ese momento ya no importan los prejuicios ni los estereotipos, es una dosis de realidad de la que no puedes escapar. Aunque, para bien o para mal, ponga tu mundo de cabeza. Scömìche Lenguaje fuerte, contenido adulto, boy...
El extraño acuerdo que habían hecho los amigos, hace ya varios años, se podía resumir en tres simples reglas: 1-No Besos. 2-No Marcas. 3-No decirle a nadie, jamás.