Eres un perfecto imbécil
"Eres un idiota, no, no. Un perfecto Imbécil". Se lo decía a el, hace unos días en aquel parque que habiamos frecuentado desde pequeños, en dónde quedaron risas, golpes y caídas. Todo el era perfecto, era mi chico perfecto, lo era hasta que logro volverse jodidamente irritante, y poco tratable para mi.