wagust
Gus ha tenido un amigo imaginario desde que tiene memoria.
Su amigo sonriente, aquel que lo cuida en sus sueños y travesuras. Ese amigo que viste de rayas y usa unos lindos mocasines marrones que combinan con sus mejillas coloradas.
O al menos, así solía ser cuando él era un niño.
¿Por qué su amigo, lindo y adorable como ningún otro, ahora le susurraba cosas que le daban escalofríos?
¿Por qué gustaba de meterlo en problemas?
¿Por que le gritaba y lo culpaba a él de todas las desgracias en el mundo?
¿Por qué durante la noche le dejaba marcas y arañazos?
¿Por qué, a pesar de todo, él no podía evitar quererlo?
Gus tiene un amigo, pero él no cree que sea imaginario.