La noche que conocí el ángel que me salvo.
Recuerdo perfectamente la noche que conocí aquel ángel con ojos azules, los más puros, castos e inocentes que había visto pero en ellos había una fuerza y fiereza únicos. Él pudo ver y sentir mi alma al descubierto, pudo leerme a la perfección y con exactitud desde el comienzo y aún así peleó a mi lado y por el mundo...