Las cosas duran lo que deben durar. El amor te atrapa, a veces duele. A veces ni siquiera es amor. Eternamente enamorado de Estrella, culminará su finita eternidad. Acabará con todo, con su esencia, su brillo, su chispa. Ella es una hermosa mujer que amaba ciegamente a un hombre que atravesó los límites de la locura, que arruinó lo que tan real le hacía sentir. Él convirtió salvación en perdición. Y acabó perdiendo. Pero, ¿hasta dónde llega aquello que crees amor? ¿Cuándo sabes que todo se ha acabado? Las estrellas brillan en el cielo cada noche, ¿cierto? ¿Qué haces cuando tu Estrella Fugaz comienza a apagarse, a causa tuya? Y por esa enfermiza obsesión... ¿te arriesgarías a morir? -Baila para mí, Estrella.

Porque gritándole al vacío, me encontré guardándote en silencio, solo para mí. Y siempre he brillado porque te mantengo dentro, en mi pecho, en esa taquicardia de las cinco de la tarde. En la llovizna de verano. Pero lo más ineluctable fue que me perdí en tus ojos siendo yo el mapa.

El dolor que he sentido la mayor parte de mi vida me ha roto el corazón, así que ahora intento florecer de nuevo, poco a poco. Me convertí en un ser muy oscuro, muy muerto, incluso si no tuve la intención de que así ocurriera. Por eso ahora me permito disfrutar de mi tristeza y no adoptarla como rutina; plasmo en letras todo lo que no he podido sanar en todo este tiempo, para liberarme de todas las raíces muertas que cargo conmigo. "Lo único que salva un suelo lleno de grietas por culpa de un árbol, es arrancarlo de raíz". -Male Di Miele.

Como si la vida no fuera matices, a veces muy oscuros, a veces un insensible gris. Como si el amor durase para siempre. Hoy pinto pequeños poemas con mis colores más bonitos.