Siempre fui esa clase de chica que pasaba desapercibida por los pasillos de Hogwats, pero todo eso cambio cuando la directora tuvo la maravillosa idea de nombrarme prefecta de Gryffindor. ¿O fue cuando conocí al idiota de Daemon Foster? De todas maneras, mi sexto año fue toda una locura...

Esta es la historia de un supuesto misterio, y como tal, tendrás que leer para descubrirlo.

John Rigobert Rowle es un simple estudiante de último curso en Hogwarts. Lamento comunicaros que no es de una famosa familia como los Potter, los Weasley o los Malfoy. No tiene padres, pero sus hermanos y él son como una gran familia en la que abunda el incesto y el bullying. Digo amor. La vida de sus jóvenes amigos y conocidos puede ser tan impredecible cómo esas telenovelas latinoamericanas que tanto les gustan a nuestras queridísimas abuelitas. ¿Qué pasa con John? ¿Es como todos creen que es? Lo sabremos después de la publicidad. Este no es el principio de su historia, pero si el comienzo de este... ¿Libro? ¿Relato? ¡Qué más da!

No soy ni un Potter, ni un Weasley, ni mucho menos un Malfoy. Soy Daemon Foster, un alumno de Séptimo curso en Hogwarts. ¿Mi casa? Pues la mejor, Slytherin, también me considero un poco Ravenclaw, pero luego recuerdo que soy un tanto idiota y que por eso el Sombrero Seleccionador no me puso ahí. Tengo una novia Gryffindor, que es perfecta pero no lo admite. Y mis mejores amigos, que están repartidos por el resto de casas de Hogwarts.