Joel de 18 años es un chico muy dulce. El esta enamorado de alguien que lo hace sentir miles de sentimientos. En momentos sabe que hay millones de razones por las que debería renunciar, pero el corazón quiere lo que quiere. Erick de 16 años, un chico mujeriego, su actitud es muy pésima. Le encanta jugar con los sentimientos, aún de las personas que el quiere. Algo raro ¿no?.. Su actitud puede que cambie cuando encuentra a quién realmente quiere. Como también puede que no.

Desde que Erick cumplió dieciséis años, sus noches dejaron de ser tranquilas. Una figura enigmática comenzó a visitarlo en sueños: un jóven de mirada profunda y presencia serena que, sin decir mucho, lograba despertar en él una extraña fascinación. Lo que comenzó como simples sueños se transformó en algo más. Momentos inesperados, sensaciones intensas y una conexión que parecía ir más allá de lo real. Aquel jóven no solo lo visitaba mientras dormía... también parecía protegerlo en la vigilia. Sin buscarlo, sin entenderlo del todo, Erick se verá envuelto en una historia que cambiará su vida para siempre. Porque enamorarse de alguien que solo aparece en sueños es complicado... pero enamorarse de alguien que esconde secretos tan profundos como el cielo mismo, es peligroso.

Erick lo tenía todo: popularidad, dinero, una vida llena de lujos y caprichos cumplidos al instante. Era el típico chico mimado, adorado por todos... o casi todos. Había un pequeño detalle que le impedía ser completamente independiente: aún no era mayor de edad. Por eso, cada vez que sus padres se ausentaban, alguien debía encargarse de él. Joel, en cambio, venía de un mundo totalmente distinto. Humilde, trabajador y con una enorme carga sobre los hombros, buscaba cualquier oportunidad para ayudar a su familia. Cuando le ofrecieron un trabajo como niñero "fácil y bien pagado", aceptó sin pensarlo dos veces. Lo que no sabía era que su nuevo "niño a cuidar" era nada menos que Erick, el chico más insoportable que había conocido en su vida. Lo que parecía un trabajo sencillo se convirtió en una convivencia forzada de tres meses llena de roces, discusiones... y giros inesperados. Porque a veces, las personas que menos imaginamos pueden cambiar nuestra vida por completo.