Gael viene de una familia conservadora que haría lo que fuera para que nunca saliera del nido. En cambio, Iris, es hija de padres mucho más liberales, por no decir demasiado. Ambos están destinados a conocerse y cambiar la vida del otro de buena o mala manera, ya que la conexión que sintieron desde el primer minuto no fue algo normal, ni que dejaran pasar. Se adentrarán en un mundo nuevo de emociones que hasta el momento no conocían e intentarán manejarlas a toda costa, aunque esto implique reprimirlas y perderse el uno al otro. En este libro la adolescencia no es tan fácil como en las películas, debido a que la vida es complicada y difícil de entender; mucho más siendo adolescentes, que es cuando tenemos preguntas por todo.