"Eliha tiene dieciséis años, aunque ni siquiera sabe si cumplirá los diecisiete. Le gusta matar, o al menos eso se dice, para poder seguir matando. No quiere creer en las viejas historias que subyugan a la realidad en la que vive. Pero sabe que la guerra es el oficio de los sladers, y que cualquier intento por cambiar eso será inútil. También sabe que habrá de vivir deprisa, y que morirá más pronto de lo que desearía. Que no le queda otra opción que aceptar el desprecio que los humanos les dedican. Y que esa estúpida raza a la que odia, y por la que los sladers fueron creados y condenados a guardar la frontera que separa la vida de la muerte, es más importante para el universo que su propia existencia. Se escuda en sus prejuicios para entender un mundo que no quiere entender, y asumir que vivirá una vida que no desea vivir. Cree que lo sabe todo. Pero hay demasiadas cosas que no sabe. Eliha no sabe si Ella realmente existe o solo es algo que todos quieren que crea. Y no entiende por qué los sladers todavía la veneran, aun cuando no hace más que arrebatarles todo aquello que aman, y condenarlos a vivir una vida miserable. Pero tampoco sabe que la Muerte tiene sus propios planes para todo bajo el cielo. Que aguarda impaciente el momento de conocerle. Y que le tiene preparado un largo viaje. Uno de esos que nos atrapan sin remedio, y nos cambian para siempre. "Malditos humanos", se decía Eliha cada día. Pero qué sabía él de los malditos humanos, más allá de que tendría que vivir con cuatro de ellos en una casa durante los próximos dos años, y que su destino quedaba irremediablemente atado a ellos". [⚠️ADVERTENCIA: En caso de adicción no me haré cargo de tu factura de móvil⚠️ FINALISTA EN LOS WATTYS 2018- Destacada en por los perfiles oficiales de: Novela Juvenil, Superhéroes, Fantasía y Misterio] Segunda parte completa -La Lluvia de Fugaces. (También en este perfil) HISTORIA REGISTRADA EN SAFECREATIVE. EMPRENDERÉ

¿Y si te dijera que toda tu vida es una mentira? Melody Hart cree haber tenido siempre una existencia normal, hasta que un accidente la deja en el hospital. Las cosas no han estado bien desde entonces. No puede dejar de llorar a pesar de no sentir las lágrimas, se despierta gritando en medio de la noche sin recordar sus pesadillas y le es imposible no dibujar al mismo desconocido una y otra vez en su cuaderno. Por supuesto, todo aquello podría explicarse fácilmente como consecuencia del buen golpe recibido en la cabeza, o quizás el estrés postraumático. ¿Pero cómo explicar las escenas que dibuja? ¿Y por qué los estudiantes problemáticos del internado de pronto están interesados en ella? Quizás Melody esté enloqueciendo finalmente o quizás ellos tengan razón al hablar de poderes, experimentos y mentes alteradas. *********** Increíble portada hecha por Vicky Romero