La propietaria de un negocio propio, Lauren Jauregui, siempre ha disfrutado de dos cosas en la vida: las mujeres y los autos rápidos. Ahora, a sus treinta y cinco años, está inquieta y no puede entender por qué. Entonces, un día, aparece un niño de diez años que dice ser su hijo, y su sencillo mundo ordenado se pone de cabeza. Camila Estrabao tiene las cicatrices emocionales de los crímenes de su padre, y ahora ella tiene dos reglas: nunca permitir que nadie se acerque demasiado y nunca admitir debilidad. Gracias a una donante anónima de óvulos, la infertilidad no le impidió tener a su hijo Jake. Ahora que está embarazada por segunda vez, se horroriza cuando Jake lleva a casa a la mujer que él cree que es su otra madre. Cuando la desconfianza se convierte en comprensión y pasión, ¿pueden Lauren y Camila, dos mujeres atadas por el destino, hacer que una familia no sea inesperada? (Esta historia no es mía, es solo una adaptación. Derechos a su autor.)

G!P

Mi vida siempre fue la típica vida de una chica con una familia sobreprotectora, bueno tenían razón de cuidarme tanto era la única hija y encima la menor de todos mis hermanos. Además estaba pasando por un divorcio aunque a diferencia de muchas otras personas no le tomaba importancia. Mi vida era la común de tod@s, es decir, levantarme, alistarme para ir al colegio, desayunar, ir al colegio :el cual iba y venía en el auto de Mi madre: regresaba a casa, hacia la tareas y luego a dormir. Si, mi vida era aburrida pero todo cambió aquel verano cuando nos besamos, fue un cambio que aún no se si fue algo bueno o algo malo...

Piper y Alex son dos mejores amigas...Desde que piper nace...o algo asi, el primer dia de escuela,piper pierde a sus padres en un accidente, tratan de llevarsela a un orfanato, ya que sus otros familiares estan lejos, los padres de Alex deciden que se harán cargo de ella, entre alex y piper, comienzan a sentir cosas mas allá de la amistad, y tendran que pasar objetivos como parejas, y peleas a lo largo de su adolesencia.

A veces merece más la pena morir que luchar. Quizás el mundo se ha acabado, quizás no quede nadie, y visto así no merece la pena luchar. Pero si hay gente que necesita ayuda yo voy a ser la primera en ayudarla.