Todo por su sonrisa
Yaiza se fue corriendo y yo rápidamente me levanté pero casi cuando la iba a alcanzar me caí y me hice daño en mi moratón. A pesar de mis intentos no me podía levantar del dolor así que solo me puse a gritar. -¡YAIZA! ¡POR FAVOR! ¡VUELVE! -dije casi quedándome sin voz-.