Querida Ramona [1]
❝Simples cartas de un simple chico enamorado.❞ arte: Casino por Joan Mitchell, 1956
❝Simples cartas de un simple chico enamorado.❞ arte: Casino por Joan Mitchell, 1956
Era bella, elástica, con una piel tierna del color del pan y los ojos de almendras verdes, y tenía el cabello liso y negro y largo hasta la espalda y un aura de antigüedad que lo mismo podía ser de Indonesia que de los Andes. - Gabriel García Márquez
Preciosa. Imperfecta. Efímera. Esas son las tres palabras que probablemente, mejor te definirían.
Tras una trágica noche, Lisa Cortez no desea nada más en su vida que la muerte. Su situación va de mal en peor y al no ver otra salida, su única manera de acabar con el recuerdo que la atormenta, es el suicidio. Lisa busca toda clase de técnicas, pero a pesar de todo, morir no es tan fácil como ella imaginó. No obstan...
en aquel lugar donde sólo podíamos controlar un aspecto de nuestras vidas, los zapatos hablaban más que las personas.
Las palabras comenzaron a acumularse en mi garganta, impidiéndome respirar. Fue entonces cuando decidí escupir este par de versos torcidos.
Las experiencias con el amor no son fáciles. La inocencia del primer amor, en ocasiones, te envuelve en historias no recíprocas que a pesar de ser intensas, te dejan heridas que te persiguen hasta que te decides a quererte a ti misma. En ese momento, todo puede volver a comenzar.