Antonio-M5
Hay quienes dicen que uno no esoge la vida que lleva y puede que sea cierto. Un día renuncias a tu aburrido y odioso trabajo como oficinista y al siguiente una sirvienta te lleva a una mansión donde te vuelves su compañero trabajando para un prestigioso desarrollador de tecnolgía.
Robots asistentes, esqueletos inteligentes y varias interesantes personas me dieron la bienvenida en su gran masnión cuando decidi seguir aquel par de ojos verdes que conocí cuando buscaba un nuevo empleo.