(III) Perversas intenciones (BL)
¿Amor? No me hagan reír, tampoco soy de los tontos que se obsesionan. A mi padre le funcionó, pues felicidades para él, pero no soy de esos. Lo mío es la adrenalina, mi trabajo, dar órdenes y ahora infiltrarme en la mafia Italiana para acabarlos desde dentro. ¿Los italianos? Sólo unos pobres infelices que creen que pu...