Hijo de la luna
Y ahí estaba. Con su piel blanca como la lana. Con sus ojos grises en vez de aceituna. Niño albino de Luna.
Y ahí estaba. Con su piel blanca como la lana. Con sus ojos grises en vez de aceituna. Niño albino de Luna.
Dentro de un mundo dónde la razón es lo último que reina; Dónde los seres humanos viven solamente bajo un único propósito él cual es complacer los deseos de su propio bienestar olvidando la diferencia entre el bien y el mal. Un mundo corrompido dónde los únicos seres creados con el don de la razón han olvidado su ver...
Pero en realidad, todo fue de peor en peor. Ya no confiaba en nadie ni nada. Todo lo que había creído era falso. Nada volvió a ser lo mismo, desde que los encontré. O más bien, desde que ellos me encontraron a mí.