Las personas como yo siempre tenemos nuestro as bajo la manga y al menos yo con las manos vacías no me quedaría. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-

- Al menos tenemos algo en común - dije al verlo. Mis preferencias también estaban en los hombres - ya sé por dónde atacar - sonreí. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-

Nos quedamos mirando un momento, su mirada se posó en mis labios en los que él medio mordía los suyos, tragué con dificultad ante eso. Me acerqué un poco para llegar a sus deseosos labios... -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-

- Estamos iguales. No te enojes - con uno de sus brazos me llevó a su pecho en donde pude sentir el rico aroma de su perfume. Pasé mi brazo por encima de su abdomen... -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-

- No digas cosas por mi - me levanté de la silla también - te puedes equivocar. - ¿A sí? - dio un paso que lo dejó aún más cerca mio. Comencé a sentir una especie de hormigueo en mi estómago, lo tenía a centímetros míos y sentía la necesidad de acercarme aún más. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-

- Erick - susurré en su oído. Sentí como se estremeció ante eso. Comencé a repartir besos por su cuello, su piel estaba tan suave que para mis labios era el paraíso. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-

- ¿Por qué no respondes? ¿Nervioso? - depositó un beso en mi mejilla. Depositó un beso tras otro por mi cara, no sé que era lo que sentía en ese momento, estaba muy confundido, nunca lo había mirado más allá de un amigo, y ahora ni sé de que manera lo miro. Juntó su frente junto a la mía, yo estaba con la mirada baja, sentía una sensación extraña que me hacía no poder mirar sus ojos. - Mírame - levanto mi cara con su mano - quiero hacerlo de nuevo - fijó su mirada en mis labios. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-