Karma siempre fue un espiritu libre.... en este libro habran varias historias cortas sobre Karma y sus relaciones

"Akabane Karma resultó no ser más que una herramienta para alcanzar el éxito." Ah, el triste cliché lo había alcanzado con sus peligrosas llamas. Había sido incendiado. − Te voy a quemar, Asano. Espero que ardas. Estaba seguro de que él era quien se estaba quemando. Él ardía. En realidad, ambos lo hacían. » One-shot inspirado en "First Burn", pista perteneciente al musical "Hamilton". (Re)subido.

Nagisa nunca había sido egoísta, pero tenía por seguro que disfrutaba tener la atención de Karma más que otra cosa, y aunque el otro no lo dijera, sabía que pensaba igual. Sin embargo, eran esos momentos en los que se preguntaba si dos amigos actuaban así normalmente. Porque no le molestaba que tuviera su foto como fondo de pantalla, si no fuera porque en esa imagen llevaba falda.

El problema no era Maehara, si no lo que le hacía sentir. Y eran en esas noches frías, oscuras y lluviosas en las que Isogai reflexionaba sobre el chico que ahora dormía en el futón de al lado. Porque los amigos no se comportaban como ellos lo hacían, sus corazones no latían desenfrenados ni intentaban ocultar su sonrojo. Los amigos no hacían eso, pero dos imbéciles enamorados sí.

Itona solo se preguntaba cómo es que Karma aún no estaba saliendo con nadie. "No está interesada en esas cosas." Le dijeron sus compañeros. Pero esa mañana él descubrió que el interés de Karma se había reducido a una única persona. A una chica llamada Asano Gakushuu. Y si Karma era feliz, él también lo sería. Aún si encontraba la felicidad en otra persona. / Fem!Karma x Fem!Asano

Korosensei sabía muchas cosas. Sabía más que cualquiera. Y aunque sus alumnos pensaban que era un cotilla y un entrometido que escribía cosas raras en una libreta, él solo tenía como objetivo que ellos no cometieran los mismos errores que él. Porque había sido tan estúpido y tan egoísta. Podría haberla salvado ¿Por qué no lo hizo? Porque el Dios de la muerte era estúpido. Solo eso.

Se detestaban. Asano y Karma se detestaban, era algo que sabían y que debían demostrar cada día a todo el mundo. Pero ambos también sabían que en el fondo se sentían afortunados de tener a alguien a quién detestar/apreciar. Porque Asano no sería lo mismo sin Karma y viceversa. Lo que querían saber, era en qué momento de ese aprecio tan particular empezaron a mirarse con otros ojos.

"No me importa." Te repites esas palabras a ti misma una y otra vez, esperando no desmoronarte y que las lágrimas acumuladas no abandonen tus ojos. Porque sabes que aunque lo digas en voz alta te seguirás sintiendo traicionada, egoísta e incomprendida. Tú no elejiste enamorarte de Megu, no elejiste ser así. Pero lo que más te entristece, es tener que finjir ser algo que no eres.

-Mi conejo solo me quiere los días de lluvia.- Dijo Asano con naturalidad. -No te creo.- Contestó Karma con una sonrisa. -Es la verdad.- Respondió Asano con un mohín en la cara. -Vale. Pues ya no tendrás que preocuparte por eso.- Dijo Karma con decisión. -¿Por qué?- Preguntó el otro con curiosidad. -Porque ahora me tienes a mí. Y eso fue lo último que se escuchó en la habitación.

Okano se consideraba mediocre, malhumorada, impulsiva y muy poco femenina. Y aún si ella decía ser feliz con el simple hecho de ser amiga de Maehara y pasar un rato a su lado, ese pequeño rayo de esperanza que le hacía levantarse decidida cada mañana se evaporó en cuestión de segundos. Y es que supo que Maehara jamás se fijaría en ella por una simple razón: Ella no es Isogai Yuuma.