Cuando Daichi consigue la titularidad en el equipo de voleyball universitario, Kuroo como su gran compañero de piso y buen amigo, decide festejarle de una forma particular.
Akaashi siente sus temores persiguiendolo todo el tiempo. Lo acorralan, lo torturan.
La maraña de negatividad es opacada por una expresión estoica. Y asi es, toda su vida.
Él solo quiere liberarse. Una guía. Una salida.