-¡Emma! ¿¡Cuantas veces tendré que repetirlo!? ¡¡No entres a mi habitación!! -me gritó Nick. -¡Mamá me lo pidió! -le grité de vuelta. - ¡Con mis cosas nadie se mete!! -escuché como soltaba groserías- ¡Me la pagarás! -escuche el portazo. -¡No te tengo miedo! -mordí ni labio. Nick abrió la puerta de mi habitación, me tomó de los brazos y me arrinconó en la pared. -¿Con que no me tienes miedo, eh? -susurró en mi boca con una sonrisa. -N-no -mi respiración era agitada y entrecortada mi voz. -Ya lo veremos. Me tomó de la cintura e impacto su boca contra la mía. Maldición ¿los hermanastros se pueden besar?

Audrey Jensen cayó en una apuesta por un grupo de chicos populares. La humillación que sintió ese día fue el quiebre de su corazón. Pero el tiempo le dará el amor de una manera dulce pero incomprensible.

Mía. Sonará egoísta, pero eres mía. Eres tan tú que hace que seas mía, mía, mía. Mía una y otra vez. Bonito es que seas mía. Eres mía porque tú así lo has querido. Eres increíblemente mía. Te quiero tanto que eres mía. Y yo soy tuyo. Soy tuyo porque eres mía, esa mía tan tú que me tiene loco. Por eso soy tuyo, tuyo, tuyo. Tuyo una y otra vez. [9/3/2017, #31 novela juvenil]

Paula una joven chica de dieciséis años, inteligente y un poco antisocial tiene una mejor amiga llamada Tania que es el contrario a ella, atrevida, amorosa, y atractiva para todo tipo de hombres. Gracias a ella aprenderá que no todo en la vida tiene que ser tan malo como le han enseñado que es.