tudesconocida069g
Siempre creí que las cosas sucedían de manera inesperada, no que todo lo que pasaba en el mundo tenía una simple explicación, el destino. El destino para mí era un burdo autoengaño que las personas usaban de excusa durante su pobre vida para no preocuparse por sus propias decisiones. Hasta el momento en el que le volví a ver, hasta ese preciso momento en el que después de cinco años, puede observar aquellos preciosos ojos verdes con puntitos marrones, grandes y llenos de luz como faros, que me miraban felices e ilusionados. Esos ojos que tanto echaba de menos, en ese momento supe que no todo lo que ocurría era una casualidad, sino que a veces las cosas pasaban, aunque tu no lo quieras. Yo puedo jurar que no quería que esto pasara de echo era lo que menos quería del mundo, pero el destino es sabio y yo no pude cambiarlo.