Howlland Private Academy solo abre sus puertas a los herederos de la élite que son el futuro de los imperios que pertenecen a su familia. Allí son preparados durante cinco años a nivel psíquico, académico y empresarial para que el mundo siga girando como desde hace más de cincuenta años, cuando se fundó la academia. Y aquí un secreto que el mundo no sabe. Estos herederos no solo son especiales por sus exorbitantes cuentas bancarias y negocios representativos a nivel internacional, sino porque poseen algo extraordinario: su sangre. Una sangre legendaria con componentes extraterrestres. Un poder que trasciende al nombre y canaliza los cuerpos. Un legado. Uno de los dueños y director de dicha academia, Alioth Kane, sobrelleva la presión de los linajes lo mejor que le permiten sus facultades. Sin embargo, todo cambia con la llegada de la nueva ama de llaves y su hija, Khristen Allen, a la mansión. Khris es una chica que desprecia la división de clases y todo lo que representan los herederos. No obstante, Alioth decide matricularla en Howlland en contra de la persistente negativa de su primogénito, Arthur Kane, el estudiante reconocido por méritos propios y su personalidad ambiciosa. La situación comienza a complicarse a medida que Arthur y Khristen se conocen y se torna peligrosa cuando ambos descubren una profecía con cientos de siglos y la verdad más codiciada del universo paralelo. ¿De qué incógnita se trata y de qué forma cambiará la vida de todos los descendientes? 💙Este libro es bilingüe, por lo tanto tiene una versión en español y otra en inglés/// This book is bilingual, therefore it has a description in Spanish and another in English.

Asentí con la cabeza, consiente de que tal vez no vería mi gesto, y como una nena pequeña que asustada corre a resguardarse dentro de las cobijas, me adentré en la cama. Podía sentir un cálido y electrizante calor irradiando de Alexander, quien se encontraba a un lado mío, provocando que mi corazón se acelerara a una velocidad casi imposible. Y entonces, pude enfocarlo a la perfección, una vez que mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad de la habitación. Estábamos rostro a rostro, a escasos centímetros de distancia el uno del otro, y mi rodilla rozaba casi imperceptiblemente su pierna. Pude ver como Alexander sonreía débilmente. -Respira, Kate -dijo con voz suave. Todos los derechos de esta historia reservados a Andrea Ameneyro. OBRA REGISTRADA en Safe Creative bajo el código: 2008084964919 y en INDAUTOR bajo el código 03-2023-101912030000-01