Sandu Shengshou tiene un hijo. Para Jiang Cheng su hijo es la criatura más bella que haya visto nunca. Aunque solamente le puede observar desde la distancia, cuidándolo y asegurándose de que nadie le hiciera nada. Solo una persona sabe que él es su padre, esa persona lo ayudó a criarlo y mantenerlo oculto a plena luz, escondió el secreto como un tesoro. Nadie debe de saberlo, en especial Lan Xichen.

Los miembros de la familia Lan no eran conocidos por ser precisamente normales. De ellos cualquiera diría que no son humanos, que tienen un algo resplandeciente que los hace superiores, un aura de majestuosidad imposible de igualar por el común de los mortales. La tienen pero, por suerte o por desgracia, humanos son. Elegantes, educados, sobrios y de rígida e impecable moral, los valores de la familia Lan son tan antiguos como el propio mundo. Durante generaciones han sido un paso entre lo natural y lo inexplicable, un lazo conciliador entre los exorcistas que se dedican a exterminar y los seres mágicos que no han hecho nada para merecer tal exterminio, o eso dicen por ahí. Han tratado con criaturas de otros mundos y se han enfrentado a los malvados que amenazan la paz y el equilibrio, y tan larga es su tarea como su linaje. Una labor encomiable, sin duda alguna. Sí... los Lan no son precisamente santos de la devoción de los vampiros. Jiang Cheng lleva siglos evitando a las familias de "exorcistas". Y a su propia familia alguna que otra década, porque no hay nada peor que un sobrino adolescente que se va a quedar así por toda la puñetera eternidad y un hermano que no es un vampiro exactamente, que es un mago loco pero hagas lo que hagas el capullo no se muere. Todavía no sabe cómo es que su hermana los aguanta, ni cómo Jin ZiXuan no ha huido después de doscientos años. Perdido en el aburrimiento de la eternidad, se dedica a intentar alimentarse sin tener que volverse vegano y sin matar a nadie (y para los vampiros no es que eso sea tarea fácil) y a visitar galerías de arte. Creía que lo último que quería era cruzarse con un Lan, hasta que acabó acostándose con un Lan. Aunque, por suerte para él, acabó con el único Lan que no practica el espiritismo, pero que ve más allá de lo que nadie percibe.

Fanfic ganadora en el concurso #yoursawards2022 ❝Kim Seok Jin es un omega que acaba de ser trasladado luego de haber pasado la mayor parte de su vida en el extranjero; y Min Yoon Gi es -para muy mala suerte suya- el nuevo compañero de cuarto con el cual debe estar dispuesto a compartir un nuevo trozo de su vida. Quizá también sea el amargado sobrino del director y el encargado de hacerlo sentir como si realmente estuviera en casa. El problema es precisamente ése. YoonGi no tiene intenciones de hacerlo sentir verdaderamente feliz y SeokJin está demasiado ocupado tratando de superar a su ex novio, como para pretender que el enano de las facciones adorables le interesa. De tal modo que, experiencia tras experiencia, ambos irán desbordándose en una complicada enemistad que podría no ser tan mala al final del día. Quizá una noche de pesadillas podría convertirse en un tranquilizador viaje lleno de sueños blancos.❞ ?.