Carlos Sainz, un joven y prometedor agente del FBI, es arrastrado al oscuro mundo del mafioso más despiadado de Europa, Charles Leclerc. Ahora, atrapado entre la ley y el crimen, enfrentará una traición que lo cambiará todo. "Un error es todo lo que necesitas para caer. Porque en este mundo, nadie, absolutamente nadie, sale ileso" Charles: Top Carlos: Botom En emisión

Max esta buscando trabajo desesperadamente, lo que lo lleva a firmar un contrato un tanto extraño que tiene como principal regla nunca enamorarse del padre de la niña, llevando una relación distante con su jefe Sergio Pérez. ¿Quien romperá el contrato primero? ||ADAPTACION||

Oscar Piastri está perdido por Lando Norris. Lo ama con locura, en secreto, y cada vez que Lando sonríe, su corazón late más fuerte. Solo hay dos pequeños problemas: No sabe cómo acercarse a Adam y Cisca Norris, sus futuros suegros (al menos eso sueña). Lando no tiene ni idea de que Oscar está completamente obsesionado con él... y cree que todas las miradas, comentarios y coqueteos son bromas entre amigos. Pero Oscar está decidido. Va a ser coqueto. Atrevido. Más él que nunca. Y todos -desde los pilotos, hasta los jefes de equipo, e incluso sus propios padres- se unen en una conspiración de amor... para que Oscar conquiste a los Norris.

Lando había sido uno de los pilotos más bromistas del paddock, llevaba una vida sin límites, sin tener un vínculo real más allá de amigos, sin embargo, los vio. Desde el momento en que vio a Oscar llegar con una mini Piastri, fue como si el mundo le diera un bofetada, pero le gustó tanto que se quedó. Oscar, en cambio, nunca pensó que tanto su hija como el se enamoraran... Y de la misma persona.

Oscar llegaba más temprano de lo habitual- según él, pasando desapercibido- solo para ver a aquel rizado, su compañero de equipo, esa persona a la que le entregó su corazón; y a aquel pequeño Harry, la adoración de medio paddock, el hijo de Lando Norris.

En medio de una temporada llena de tensión y éxitos compartidos, Lando Norris y Oscar Piastri enfrentan un conflicto que amenaza con romper el vínculo especial que los une. Tras semanas de distancia emocional, un encuentro inesperado en Silverstone los obliga a enfrentar sus sentimientos. Entre miradas sinceras y palabras cargadas de significado, ambos descubren que lo que los une va más allá de las carreras: un amor silencioso que ninguno está dispuesto a perder.

-¿Entonces me estás proponiendo que me case contigo para que tu padre finalmente te dé la presidencia de la empresa? -preguntó Óscar, incrédulo, mirándome fijamente como si intentara descifrar mis intenciones. -Sé que suena un poco loco -admití con tranquilidad, aunque muy seguro de mis palabras-, pero creo que te conviene más a ti que a mí. Su ceja se arqueó, reflejando una mezcla de sorpresa y desconfianza. Antes de que pudiera decir algo, continué: -Un pajarito me contó que necesitas casarte antes de que termine el año para que tu abuelo te incluya en su testamento.

-Mira, sé que eres nuevo aquí y todo eso, pero creo que podríamos llevarnos bien. Ya sabes, por el bien del equipo. Óscar finalmente levantó la vista, pero su expresión seguía siendo fría. -No creo que eso sea necesario. Fruncí el ceño. -¿Perdón? -No necesito ser tu amigo para trabajar contigo. Eso ya era demasiado. Me aparté de la mesa y lo miré directamente, sintiendo que la irritación subía por mi garganta. -¿Tienes algún problema conmigo o qué? Óscar suspiró, como si estuviera cansado de una conversación que ni siquiera habíamos tenido antes. Cerró su portátil y me miró con la misma calma desesperante de siempre. -No tengo un problema contigo, Lando. Simplemente, no quiero ser tu amigo.

Hundiría a Kelly Piquet y a los Piquet. Sería la mayor venganza de su vida, al final sabía que moviendo solo un par de dedos, tendría a Max bajo su poder y a Kelly en el piso destruida. Un mes, solo un mes.