Enfrentando a todos los fantasmas del pasado, la joven Abogada Emma McKenzie alcanzó el éxito y obtuvo el trabajo que siempre soñó. Como abogada militar de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, una gran e inesperada responsabilidad caerá sobre sus hombros, pero no estaba en sus planes enamorarse del oficial menos indicado... Pero, ¿Quien no se enamoraría de él? Ahora, la vida de quien le ha quitado el sueño y la cordura está en sus manos, pero pensar con la cabeza fría y ser absolutamente profesional cuando está involucrado el corazón, puede volverse una guerra descarnada que ella teme perder.

Dakota Monroe no es una chica mala, no es una nerd, no es la chismosa, no es la zorra y no es la maliciosa. Entonces ¿Quién es Dakota? Respuesta fácil. Dakota es la chica universitaria buscando solución al problema en el que se ha metido su hermana mayor ¡Y vaya lío! Es un lío tan grande que debe recurrir a quien las chicas arrojan bragas, a quien todos estrechan la mano, él que parece todo saberlo y a quien a veces quisiera golpear: Jagger Castleraigh. Se supone que los chicos que lucen como chicos malos, solo deberían ser eso: chicos malos. Pero Jagger es una excepción. Jagger odia las motocicletas, pero Jagger fuma. Jagger nunca lleva una libreta a clases, pero Jagger es el mejor de su clase. Jagger tiene rollos de una noche, pero Jagger trata a las chicas como princesas. Y a Jagger no le gustan las chicas como ella, pero Jagger quiere besarla, tocarla y quizás un poco más. A veces quiere golpearlo y otras veces quiere besarlo tan fuerte que su corazón podría llorar para aferrarse al de Jagger. Nada es fácil, no todos son buenos, no siempre se puede confiar. ¿Conclusión de la pregunta? Dakota es la chica que pasa de querer salvar a su hermana a querer descifrar el enigma que resulta Jagger Castleraigh. Ella solo tiene una palabra para definir a Jagger: contradicciones. ¡Contradicciones está disponible en librerías! Puedes comprarlo accediendo al link dentro de la historia. Historia registrada, prohibida su reproducción física y digital en otras páginas, redes, impresión entre otros medios. Historia registrada.

En esos momentos de la vida, Kate tenía dos opciones: O se quedaba en su apartamento pagando una multa de 10.000 dólares. O se mandaba a cambiar, comenzando lo que sería una odisea para encontrar una casa en una semana. No tenía dinero, y su orgullo era demasiado grande para pedir ayuda. Todo parecía perdido hasta que el chico que la acaba de atropellar le ofrece mudarse al apartamento 33.