De Plebeya a Reina
Soy la antítesis del protocolo. El ejemplo perfecto de la incorrección. La asombrosa falta de compromiso. Y no creo en el amor... Ahora me pregunto yo, ¿Quien narices me manda a mi meterme en semejante berenjenal?
Soy la antítesis del protocolo. El ejemplo perfecto de la incorrección. La asombrosa falta de compromiso. Y no creo en el amor... Ahora me pregunto yo, ¿Quien narices me manda a mi meterme en semejante berenjenal?
Él sabe que ella oculta su pasado. Ella es consciente de que jamás podría amarlo, pero la atracción que despiertan el uno hacia el otro se vuelve cegadora para ambos.
Sobrevivir en un mundo hecho para destruirla fue su mejor hazaña, pero ella quería vivir, no sobrevivir. Servir tampoco era su destino. Ella estaba hecha para reinar y lo haría, aunque tuviese que pasar por encima de ese mundo de traiciones en el que residía. Fabulosa portada hecha por @mocorni16 Te amo, cariño, grac...