«Si no te quiere como eres, lo mejor será cambiar por completo. ¿O así no era la frase» • • • Jake Martin es el chico popular de la escuela, el amigo consejero, el hijo intachable, el novio perfecto y el mejor capitán del equipo de lacrosse. O al menos eso dicen. A Jake ya no le interesa, de hecho, ya no quiere nada de eso porque lo unico que quiere es a la chica de sus sueños y a ella no le gustan los chicos como él: populares e inalcanzables. Así que desesperado por no perder al posible amor de su vida Jake se ve obligado a recurrir a la única nerd capaz de ayudarlo: Summer Hale. Él solo quería aprender a dejar de ser "ese" tipo y conquistar a la chica. ¿Quién hubiera pensado que estas simples lecciones terminarían en un caos total?

|| Primer libro de la bilogía Meet The Carsons || [EN EDICIÓN] April Carson aparenta tener todo en su caótica vida bajo control. A pesar de los terribles infortunios que han desequilibrado todo a su alrededor desde temprana edad y de las desgracias que la hunden cada vez más en una miseria que ni ella misma parece notar, la chica consigue idear un infalible plan que llevará a cabo tan pronto cumpla los dieciocho años, permitiéndole dejar atrás todo lo que su desagradable pasado oculta. Claro, eso es hasta que una noche Servicios Sociales se presenta tocando la puerta de su casa, listos para dar un cambio radical y arruinar todo por lo que la menor de la familia Carson había estado trabajando durante tanto tiempo. Fantasmas antiguos serán traídos al presente y April se verá en la obligación de mirarlos directamente a los ojos por primera vez en todos sus años de existencia, abriendo heridas que ella creía cerradas. Sin embargo, cuando el arrogante, terriblemente carismático y, sin duda insaciable, Collin King se atraviesa en su camino, la pequeña Carson parece no tener escapatoria, mucho menos cuando ella ha despertado la curiosidad en el joven que hace mucho tiempo se había entregado a las sombras de la culpa por un error del pasado. Ahogados, inestables, problemáticos a su manera, con el caos contenido en sus miradas y a sus espaldas un infierno personal con ganas de desatarse, ambos parecen encontrar consuelo en la melancolía. Nada bueno puede resultar de aquella combinación, pero bien dicen que a la miseria le encanta la compañía. Él sabía que no debió acercarse a ella aquella noche. Sin embargo, lo hizo. Ella sabía que no debió mirarlo a los ojos aquella noche. Sin embargo, lo hizo. ¿El resultado? Una inefable equivocación que marcaría un antes y un después en sus vidas cruzadas. (...) • Derechos de autor reservados. • Obra registrada. • Queda prohibida la copia u adaptación parcial o total de esta