Uno, dos, tres. Tres pasos para regresar a tu hogar. Tres obstáculos que deberás superar. ¿Serás capaz de ganar mi juego mortal? Uno, dos, tres. ¿Quieres ver a tu hermana con vida? ¿Te animas a apoyar mi idea retorcida? Uno, dos, tres. Si no los superas no tendrás otra oportunidad. Cada uno de ellos deberás pasar y si no es así, tu alma me entregarás. Uno, dos, tres. Ella es tu sangre ¿Eres capaz de mis deseos satisfacer para regresar y luego envejecer? Uno, dos, tres. Te queda poco tiempo, solo tres juegos para acabar con este infierno. Que tengas buena suerte querido amigo, pues aún no existe nadie que haya podido ganar este juego retorcido. Créditos de portada a @LadyMod11 ❤ #56 en Terror 28/06/16 #41 en Terror 01/07/16 #29 en Terror 29/08/16 •Primer lugar en los Nine Dreamers Awards #NDAwards categoría Terror. •Primer lugar en los Apple Awards #AppleAwards categoría Terror. •Primer lugar en los Zero Awards #ZAwards categoría Misterio / Suspenso. •Ganadora en los S.I.N.G.L.E awards #SingleAwards •Segundo lugar en los Ghosty Awards #GAwards categoría Terror. Juguemos a matar está registrada en SafeCreative bajo el código 1607278457186. Se prohíbe toda copia o reproducción de esta obra. Todos los derechos reservados.

Un sabor a dulce de leche narra el encuentro entre Leandro, un joven pastelero porteño, y Camilo, un estudiante chileno de medicina recién llegado a Córdoba. Lo que empieza como un accidente absurdo en plena peatonal -un frasco de dulce de leche roto y una disculpa improvisada- se convierte en una relación tan inesperada como transformadora. Entre hornallas encendidas, meriendas compartidas y silencios que dicen más que las palabras, Leandro descubrirá que el deseo puede llegar en formas imprevistas, y que el amor, como una buena receta, no siempre sigue instrucciones. Con un tono fresco, íntimo y profundamente local, esta novela explora el descubrimiento emocional entre dos jóvenes que, sin saberlo, estaban a punto de encontrarse. Esta es la historia que nos cuenta un pibe de barrio sobre como se enamoró del dulce de leche y de un chileno que llegó a su vida sin permiso.