Ya no creo que creas que fue casualidad habernos encontrado después de penar que no nos ibamos a ver más, que yo te vi, y di mal todos los pasos de baile para tropezarme contigo, para que me volvieras a decir eso de que tuviera cuidado contigo, leyendo a mayores un "cuida de mi". No creo que fuera casualidad que tuviéramos el mismo camino de vuelta a casa, y que fuera el camino contrario a nuestra casa de verdad, con un no querer llegar por miedo a que se acabe el momento, un no querer llegar por miedo a dar el primero de todos nuestros últimos besos. Yo ya te iba a decir que me encantaban todas tus respuestas para ganarme, el volver a verte a otra vez, pero de verdad que no esperaba que me calaras tanto, que era como hablar con alguien totalmente distinto que piensa como tú, pero no igual. Y ahora confesaré que lo que más me gusta de ti eres tú, pero lo que más me gusta de mí también eres tú.