Querida novia de papá
Tener diez años no es fácil. Compartir a tu padre todas las semanas con un remplazo del recuerdo de mamá, tampoco lo es. He visto cientos de caras pasar por la puerta, pero puedo contar con los dedos de las manos las que lograron hacerlo más de dos veces. Podríamos haber vivido así toda la vida, pero entonces ella cru...