"Camila Cabello marcaba la piel de las personas. Lauren Jauregui marcó su corazón... Para siempre"

Estados Unidos ya no existe. Ahora, el pueblo de la Reserva tiene que ingeniárselas como puede para seguir adelante entre la pobreza y la hambruna. ¿Hay algún escape para poder sobrevivir? ¿Queda un resquicio de cielo entre las cenizas? Highest rank #47 in fanfic TODAS LAS HISTORIAS ESTÁN SUJETAS A COPYRIGHT Y HABRÁ DENUNCIA SI SE ADAPTA O PLAGIA.

Historia ganadora del primer puesto en el concurso "Hazme reír, cosa" organizado por CMStrongville. Categoría humor-paranormal. ¿Qué? ¿Que pensabais que eran géneros contrarios? Pues sigue leyendo y te demostraré cuán equivocad@ estás. XD Que lo disfrutéis. ^^

Ty Webber es un chico cualquiera con un hobbie que muchos consideran extraño; él disfruta de usar ropa que la gente considera femenina. No es como que Ty quiera ser una chica, a él solo le gusta lo que muchas de ellas usan. Cualquiera creería que la pasa mal, pero realmente es muy feliz. Ty se ve obligado a abandonar Corea del Sur, a sus amigos y su comodidad para empezar de nuevo en Payson, Arizona, en Estados Unidos junto a su padre al que solo veía en los veranos. A Ty no le impresionan o le duelen demasiado los cambios, es un chico fuerte y sabe que no todo siempre saldrá como quiere. Él piensa que lo tiene todo bajo control. Pero entonces aparece en su camino una verdadera molestia. Eric Villanueva es atractivo y su vida es un desastre, es inseguro y a veces un idiota, está acabado, se siente opacado por su hermano quien está en una relación con su mejor amigo para rematar y la primera vez que se ven, Eric ni siquiera puede decir que él es un chico... y Ty muere por hacerse cargo de ese gran desastre. Él tiene planes, planes que no incluyen enamorarse del despistado Eric pero la única cosa buena que todo el mundo tiene para decir sobre él es cierta; la sonrisa de Eric te obliga a quererlo. Ty de pronto se encuentra a sí mismo enredado en una situación en la que juró jamás meterse y todo por culpa de Eric quien no tiene ni la más mínima idea de lo que pasa el noventa y nueve por ciento de las veces.

Howe era un hombre extraño. Un demente. Un desequilibrado. Howe era un hombre desconocido. Un incomprendido. Un repudiado. Howe era un hombre soñador. Un iluso. Un romántico. Howe era un hombre. Howe era un loco.