Lydia. Malia. Dos chicas muy diferentes en dos mundos diferentes y Stiles Stilinski esta atrapado en ambos.

Sam: 17 años. La palabra fiesta no está en su vocabulario. Su vida se basa en estar el 80% del dia delante de un ordenador o de un libro. Solo tiene un verdadera amiga y prefiere no mezclarse con "ellos''. Se pasa las noches viendo series de adolescentes sobrenaturales. Will: 17 años. Su media academica no es la mejor del instituto pero es la más alta del equipo de lacrosse, y es que tiene cosas que hacer mejores que estudiar, como asistir a fiestas, jugar partidos y ser popular. Un chico divertido, amigo de todos... bueno casi todos, que puede tener la chica que le apetezca. Los mundos de Sam y Will son completamente diferentes pero están destinados a cruzarse, de ellos depende convivir en paz o crear una guerra entre los dos.

Si no eres valiente para luchar... No te enamores Scott McCall ha tenido su porción de sobrenatural cuando una noche, mientras estaba con su mejor amigo, es atacado por un hombre lobo y convertido en uno. Ahora, tendrá que lidiar no solo con su nueva condición, sino con los problemas de amor de su amigo y el hecho de que parece estar enamorándose de la chica nueva. La cual, su padre Chris Argent, intento matarle...tres veces. Nadie dijo que la vida de un lobo adolescente seria fácil, ¿no?

Paige Hemmings una joven insegura de sí misma nunca pensó que su primer amor sería un lobo, un lobo que la amaría por siempre.

Esta novela se ambienta después de la tercera temporada. Allison y Aiden están muertos, Beacon Hills está en calma, pero ¿por cuánto tiempo? Al parecer la calma es aburrida y sin quererlo Lydia y Stiles se acercan más, pero alguien de sus pasados regresa y es para llevarse a uno de ellos.

Todo el mundo esconde secretos, unos más grandes que otros pero al fin secretos, ¿pero porque hay secretos? ¿Por qué las personas esconden partes de su vida? Cosas que no quieren que nadie las sepa, simple, porque si alguien descubriera esos secretos nadie los volvería a ver de la misma forma. Es muy fácil juzgar sin conocer, y esa es otra de las razones por las que existen los secretos, pero a veces no nos damos cuenta que al esconder secretos podemos llegar a lastimar a otros, a esos que no se quiere lastimar ni herir, pero a veces no hay forma de evitarlo aunque queramos hacerlo.