Mi hilo rojo
-No te equivoques Dionn. -Dije conteniendo las lágrimas. -No te pertenezco. Dion se acercó a mí de una zancada y acercó nuestros rostros deteniéndose a escasos centímetros de que nuestros labios se rosaran y con ojos frios demandó. -Entonces hasta que no lo seas... -Compuso una sonrisa y habló con neutralidad. -No v...