Nicanor y la luna
El hombre,un viejo de edad realmente indescifrable,me esperaba sentando en la sala contigua a mi despacho,la espalda muy recta,firme contra el respaldo de la silla. Tenia las manos,grandes y todavia fuertes,apoyadas sobre la falda.estaba inmóvil,casi parecia una estatua: la estatua de un hombre de campo,desubicada en...