Donde Frank está enamorado de un artista, pero hay un problema... Su mejor amiga también está enamorada de ese artista.

Dejando a un lado sus sueños, Frank decide dejar la música para así poder ganarse la vida. Cientos de currículums repartidos, entrevistas fallidas y pocas esperanzas de futuro desembocan en el mejor trabajo que pudo haber pensado, pero ¿en qué circunstancias? Ahora va a tener que enfrentarse a su nueva vida, empezando por su nuevo jefe.

Donde todos tienen sus problemas y razones para estar donde están. -Amo vivir en este hotel, pero, ¿Por que no pueden quedarse? -No puedo seguir lastimándote. -Quiero irme de aquí, jamás desee hacerte daño. -A veces sueño contigo y deseo que estés a mi lado. -¿Alguna vez oíste del trastorno de bipolaridad? -Es demasiado difícil seguir viviendo. Cada uno tenía sus razones para estar en aquel lugar.

El vecino era todo un cretino. O eso es lo que mi experiencia con cretinos me decía. Aunque no sólo era experiencia, eran hechos, también. Una ex novia, diferentes puntos de vista, eventos próximos... Encontrármelo por accidente y saludar como si estuviera feliz al respecto. Yo podía tener un nivel de hipocresía, pero eso no me hacía un cretino, ¿o sí? El punto es que, si el destino me unía con el vecino, no habría tranquilidad en mí. Después de todo, ¿Quién era el que necesitaba ser realmente amable? [Gerard + Frank]