Taehyung no le soporta. De verdad, no soporta su presencia, los rumores que le envuelven, su actitud. Todo. Taehyung de verdad no soporta a Min Yoongi. Pero el destino les encargará unirles, y Taehyung aprenderá una valiosa lección de vida al ir descubriendo más y más del reacio y frívolo chico que le definen como un jugador más. Porque todo tiene su razón de ser. Pero todos tenemos batallas de las cuales los demás desconocen, y Yoongi no es la excepción. Taehyung, que ha olvidado parte importante de su esencia bondadosa e hiperactiva también ignora aquel principio en el que habría creído firmemente antes de "madurar". Ser amable. Siempre.