Ojos de Agua y manos de Fuego
Primero que nada y creo que probablemente ya lo sepas: el Agua NO habla. Y no lo sé por ser como tú ni como los otros, lo sé, porque yo soy Agua. El silencio es la peor de mis eternas maldiciones, así que ahora que mi madre Mar me ha dado la oportunidad de hablar, me he dispuesto a escribir mi propia historia. Esto e...