Jon era todo en mi vida, hasta podría decirse que el se convirtió en mi única razón para seguir adelante, aun sabiendo el precio que había que pagar para eso, por que nada es gratis en este mundo, ni siquiera el caminar por la calle, ya que te pueden asaltar y enviarte al carajo. Todo vale la pena. Mayormente si quieres ser feliz y aunque sea difícil, la felicidad siempre vendrá en una caja fuerte, en donde tienes que averiguar la contraseña para poder abrirla. Y Jon era mi contraseña, mi entrada y salida del paraíso. Un año. Cuatro estaciones. Un amor con inicio y también un final. Pero siempre perdurará en lo profundo de los corazones que lograron verlo. Como el mío. Como el de él. Como el de Dios quien fue que nos unió. Nunca quise romper su sencible corazón. Y mucho menos quice romper el mío. Me llamó Elizabeth Klaullson. El amor de mi vida Jonathan Hollidan. Y esta es nuestra historia de amor que terminó mal.