La luz debería ser una bendición. Para Shiom, es una condena. Desde niño carga con la maldición del Dragón de la Luz, un poder tan deslumbrante como devastador que lo convierte en blanco de sospechas y miedo. Cuando la desgracia cae sobre su pueblo, todos lo señalan como culpable: no al joven que los ayudó durante años, sino al monstruo que duerme en la espada que porta. Entre la traición de quienes llamó familia y el despertar de fuerzas que nunca debieron liberarse, Shiom descubre que su destino no es salvar al mundo, sino resistirlo. Porque la luz no siempre ilumina: a veces consume, corrompe y destruye. En un mundo marcado por dioses olvidados, guardianes caídos y dragones ancestrales, Shiom deberá decidir si será víctima de su maldición... o la encarnación del desastre que todos temen.