"-...Tú serás su asistente." Esa fue la frase que lo cambió todo.
Señor Benedict Cumberbatch, estoy a su entero servicio.
Qué payasada... Pero trabajo, era trabajo.
Todos odian literatura, ¿no? ¿Por qué era un pecado odiar la materia más aburrida, tediosa e inútil del plan de estudios?
Él lo consideraba un pecado. Pero ella estaba muy dispuesta a pecar.