𝐋𝐨𝐬 𝐭𝐫𝐮𝐜𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐄𝐫𝐨𝐬
Cuando la vio, sintió su corazón acelerarse, era demasiado perfecta para ser real. La perfección hecha mujer estaba allí, tan desprotegida recogiendo flores, tan inocente y virginal. Pensó que estaba loco, pero quería besarla, poseerla y que permaneciera con él en aquel lugar que había llamado hogar. Y rompiendo toda...