Una sucesión de extraños asesinatos sin conexión aparente, el organista albino de una siniestra catedral, un escritor de folletines románticos pasados de moda, un novelista joven que conoció mejores tiempos, un detective privado asediado por secretos del pasado... son los ingredientes de una obra en las que las tramas se superponen como en un juego de muñecas rusas. Ajenos a lo que les depara el destino, los protagonistas de esta novela policiaca de final sorprendente viven sus vidas atormentadas entre los muros que parecen sellar los diferentes niveles de su existencia, sin comprender que la relación entre autor y personaje puede obedecer en ocasiones a reglas cambiantes. Ellos son los bastardos de dios, las criaturas nacidas de nuestro ingenio, las que nos hacen replantearnos los límites de nuestra propia realidad.

Nina está sola. Lleva ya mucho tiempo de esa forma. Así lo ha decido al querer alejarse de todo y de todos. O al menos eso le han dicho, aunque realmente no puede saberlo con certeza. Nina no puede saber nada con certeza porque no recuerda su pasado gracias a que intentaron asesinarla. Dante se pasa la vida controlando que todo salga bien y haciendo todo lo posible para que su rostro no aparezca en los periódicos. Le ha costado mucho llegar a dónde está, pero aún no ha alcanzado su meta: ser el director del noticiero de la noche. Ambos deberán enfrentarse a sus demonios para poder conseguir lo que desean, y como a cualquier persona, un poco de ayuda no les vendría mal. Otra cosa que Nina no sabe es que su ayuda va a venir por parte de un famoso director televisivo que tiene casi tantos fans como los actores de la serie que dirige, y que le mostrará una fase de sí misma que no esperaba tener. Lo que Dante no sabe es que una desorientada chica que tiene que descubrir toda su vida desde cero será quien le apoye, y que en el proceso hará con ella cosas que nunca ha hecho con ni por nadie. Prohibida su reproducción física o digital bajo cualquier medio. SAFECREATIVE© N. 1803176175393