Una bonita casualidad, dos almas gemelas. Una increible canción, dos corazones locos. Una simple mirada, dos chicas enamoradas. Mimi y Ana se conocen un lluvioso día de Octubre, ya se habían visto un poco antes, pero no sabrán nada la una de la otra hasta unos minutos después en un segundo choque cuando ambas iban corriendo para llegar cuanto antes a casa, lo que no sabían es que este choque iba a hacer que sus vidas volvieran a tener sentido, que volverían a luchar por sus sueños, a romper todas las barreras, y por qué no decirlo, a encontrar el AMOR!

Trabajar en un bar no era el sueño de su vida, siempre había pensado en llegar mucho más allá, pero no iba a quejarse, podía pagar a medias los gastos de su casa, sin sentir que se aprovechaba del sueldo de su novio, y comprarle caprichos a su gato. Además, a veces la gente le pedía que cantara y esos instantes hacían que valiera la pena pasarse horas tratando con todo tipo de clientes. Sin embargo la rutina a la que se había visto sometida empezaba a pasar factura y cada vez se sentía más cansada con su día a día. De verdad, ¿No había nada que pudiera animar un poco su vida?