Aquella gracia para atrapar al espectador, era única cada vez me impresionaba aún más su forma de ser en la pista. Ojalá y yo pudiera dar ese toqué a lo que hago. Aunque es completa mente diferente el patinaje al ballet; pero tiene algo en común esa hermosa chispa de arte que desprenden aquellas personas que se lo toman en serio para que el espectador logré cautivarse por aquello y sentir varias sensaciones juntas. Éramos dos personas distintas separados por la distancia y el deporte que nos apocionaba. Pero algo de lo que estoy segura esque haveces el destino nos tiene varias sorpresas en nuestros caminos logrando, que aquellos se crucen y en ocaciones sea muy difícil volver a seguir tu rutina monótona. Y dando aquella chispa que falta para complementarlo.