¿Quieres casarte conmigo?
Hay historias destinadas a ser, la nuestra era una de ellas. Me llamo Celia y desde niña sabía que Enzo sería el hombre de mi vida. El tiempo se encarga de situar cada cosa en su lugar y nosotros eramos uno más en ese juego donde, aunque lo negásemos, nos buscábamos hasta encontrarnos.