No podía estar celoso de alguien que ni siquiera sabía que existía hasta hace unas horas. No podía estar celoso por qué definitivamente esa mujer no era más hermosa que él...
Se encontraba parado frente la ventana de su oficina, la cara recargada del lado izquierdo en la palma de su mano del brazo de este mismo lado posado en el marco de esta. Estar así le ayudaba a despejar la mente en días así, más específicamente en ese día. *Los personajes que aquí aparecen le pertenecen a Higasa Akai...
Amor... Según algunos textos que leyó en aquellos el amor se podía sentir de muchas formas diferentes, muchas formas de amor... El suyo era aquel en el que sentias mariposas en el estómago, por más ridículo que aquello sonase. *Los personajes que aqui aparecen no me pertenecen, le pertenecen a la mangaka Higasa Akai.
La sensación de estar enfermo es de las cosas más horribles, el sentir los ojos llorosos, la nariz congestionada, la garganta cerrada más el sentir el cuerpo débil era un verdadero fastidio. *Los personajes y sus historias que salen aquí le pertenecen a Higasa Akai.
Podía pensar y sentir muchas cosas diferentes, pero jamás pensó que se llegaría a decir; me gusta alguien, pero en realidad si se pensaba un poco nadie sabe cuándo pasará y para una persona como él, alguien dedicado al cien en su trabajo, aquel sentimiento le tomaba totalmente desprevenido. *Los personajes que aquí ap...
Estaba enamorado de él, era algo que no había podido evitar. Era un sentimiento que llego tan silencioso y despacio que cuando se dieron cuenta era demasiado tarde. Pero ¿Cómo podrían estar juntos un Príncipe y su Tutor Real? -Dígame Príncipe Leonhard... ¿Qué pasaría si el Rey Viktor se entera que usted está enamorado...
Cuando un ser querido se encuentra en mal estado la preocupación no es de esperar para alguien que lo ama mucho. De está manera se ve el caso del segundo príncipe de Glantzreich; Kai von Glantzreich, quien recibe una horrible noticia al despertar por la mañana sin la compañía de alguien importante para él. † One-Shot...
Leonhard empezó a experimentar un montón de nuevas emociones y sensaciones por la persona más inesperada. No, no se trataba de ninguna chica. La persona que lo hacía sentir así era nada más y nada menos que su singular tutor real; Haine Wittgenstein.
El jardín del palacio era una de las cosas que más le gustaba, todas aquellas flores y plantas lo hacían completamente hermoso, así que no estaba mal si príncipe y tutor compartían un momento.
Y ahí estaba él, frente a mi. Y me pregunté... ¿En qué momento comencé a pensar así de él? ¿En qué momento comencé a sentirme así?