Como sueñan las sirenas
«Se aferró a esos escritos que ahora tenían el aroma de su piel, con esperanza en que nada pasara. Con esperanza que diera un paso atrás y lo escogiera a él, que fuera ese que describía en cada palabra. Verlo fingir felicidad era una pesadilla, que su corazón no comprendía». Yuuri Katsuki regresa a su ciudad después d...