La estirpe de semidioses no está exento de los efectos negativos que causa el amor cuando se va , y menos si de por medio está: "El tratado de afición", un pacto que se sella por una eternidad o culmina con la fatalidad.

Para esta historia no existe sinopsis que la pueda definir,pero sí hay una advertencia: Es apta sólo para los que saben amar, sin importar de qué manera. RBC.

Es noche de brujas y Max va a casa de la abuela, pero desde que llega se da cuenta que algo extraño pasa: ella está muy nerviosa y le prohíbe, como nunca antes, que suba al segundo piso de la casa. Por un fortuito incidente, Max comienza a sospechar que la segunda planta tiene una relación estrecha con el día de los muertos que se celebra al día siguiente. El chico se propone que ese noviembre no será igual y descubrirá lo que esconde aquel pasillo; el que por años, ha sido censurado por la abuela.

A Erre lo han convocado, por medio de una extraña carta, a un lugar llamado Xibalbá. En dicha misiva, se especifica que deberá llegar antes de la media noche del dos de noviembre, si realmente desea mantener con vida a su familia. Pero resulta que la búsqueda del lugar cada vez se complica más , y el tiempo se está agotando. Erre ignora, por completo, que Xibalbá es el camino a los muertos y que muy pocos han logrado vivir para contarlo.

¿Qué sería de una vida, si no recordara su infancia?

Para una bruja, ¿es más sencillo encontrar el amor?

La hermana Diané es enviada por el padre Rectamaniano a una misión. Cuando la monja llega a la aldea «El Palomar» todo parece indicarle que no es una enfermedad lo que está afectando a sus habitantes, sino un poder oscuro. Diané debe desentrañar el verdadero provenir del mal, sin importar que esto la involucre más de lo que una religiosa jamás se ha arriesgado.

Cómo encontrar las palabras correctas para escribir y plantear el amor de dos seres que son como el agua y el aceite pero que desean unirse; cómo empezar a contar la historia de dos personas que desearían con todo su corazón jamás haberse conocido y al mismo tiempo bendecir el momento en el que el destino planeó y permitió su encuentro. Cómo condenar con letras la vida de dos personajes que entre más se amaban, más daño se hacían y que entre más cerca estuviese uno del otro, uno de ellos se iba apagando y extinguiendo como una vela. Me invade la nostalgia de sólo pensar que este es un amor que a pesar de no tener un "felices para siempre", ambos lo disfrutaron -al máximo- el tiempo que pudieron. Al menos, esa es la gran satisfacción que Darko aún conserva; en él viven los mejores momentos de la chica que lo intentó todo porque su romance fuese exitoso, la chica que cambió la vida de muchos, la chica que quizás le aguardaba un futuro menos complejo, más largo y placentero. La chica por la que vale la pena escribir esta historia. La chica Carl.